lunes, 16 de abril de 2012

SISTEMAS POLÍTICOS EN COLOMBIA


Hablar de democracia y cultura desde la realidad de Latinoamérica y específicamente en el marco colombiano supone el reconocimiento de una crisis histórica, una construcción política débilmente constituida sobre bases de intereses personales, dinastías de poderes mal logrados y erróneamente gerenciados y de un pueblo desconocedor de su propia historia y por ende victima de ella.
En el caso colombiano podemos encontrar una sociedad con una amplia variedad cultural que se evidencia principalmente en las grandes ciudades, puntos de encuentro de las diferentes regiones y por tanto de multiplicidad de expresiones culturales que nos constituyen como Nación, la pregunta que surge entonces es cómo se encuadran estas diversas tradiciones culturales en la constitución de una realidad política supuestamente enmarcada en la democracia, pero fríamente cercana a esta forma de gobierno, históricamente en nuestro medio lo mejor es lo más fácil, mejor aún si corresponde a unos intereses particulares de una pequeña porción de la comunidad, yo diría que la historia colombiana se ha cimentado en una cultura de la supervivencia. Si revisamos los episodios más significativos de la historia colombiana con la cual se nos ha educado (que por cierto no corresponde a la realidad completa) nos encontramos con la búsqueda de la supervivencia, no de la construcción social; quien tiene el poder debe sobrevivir a él pero quien ansía tenerlo lo hace aún a costa del bien común. Las vías de hecho han sido un medio más sencillo de construcción social que el reconocimiento y legitimación de unas vías de derecho, de verdadero ejercicio de la democracia.
Difícilmente se logra ubicar en la historia de Colombia gobiernos realmente democráticos, “Elegir y ser elegido” supone la definición de democracia más popular, donde elegir en nuestra cultura se entiende en el intercambio de un voto por un beneficio mínimo como una camiseta, un tamal o una caja de fósforos con la foto del candidato, se elige sin conocer un plan de gobierno, una propuesta de desarrollo o por lo menos la hoja de vida del candidato, peor en los pueblos donde las elecciones se enmarcan en la intimidación, la represión y la violencia, familias hegemónicas donde dinastías enteras ostentan los cargos públicos e incluso se cometen crímenes de estado para callar a los líderes auténticos que surgiendo de los intereses del pueblo intentan ser una opción nueva en medio de esas formas de ejercer el poder.
Por todo lo anterior surge la necesidad de una educación en la cultura y la democracia, somos un pueblo desconocedor de la historia lo cual conlleva a una pérdida de las raíces, a las nuevas generaciones pareciera más cómodo identificarse con iconos extranjeros que nos llegan gracias a fenómenos como la globalización que reconocer nuestras raíces indígenas y en medio de este consumismo desenfrenado no solo de bienes materiales sino de ideologías, culturas externas y modelos que no corresponden a los intereses reales del pueblo, la política parece ser tema únicamente de las noticias que a medias dejan entrever las situaciones de corrupción, clientelismo y delitos sistemáticos.
En la medida en que cada uno de los ciudadanos nos sintamos responsables de la construcción democrática podremos involucrarnos y pedir mayor transparencia en los procesos desde las estructuras más cercanas como las JAL, las alcaldías locales y demás órganos de representación, mientras tanto veremos cómo continúa el mercado electoral repartido entre los herederos de las familias de tradición, los politiqueros de siempre, los que fácilmente confunden política con fama como actores, deportistas, periodistas y otras figuras de la farándula frente a las cuales me pregunto cuanta formación en aspectos relacionados con el gobierno se les solicita para llegar a ser los representantes del pueblo y por último un grupo minoritario de intelectuales que parecieran ser la opción más coherente con los ideales de la democracia pero quienes fácilmente son acallados por la misma maquinaria existente, mientras no seamos responsables de nuestra propia historia difícilmente seremos responsables de nuestro futuro.
MARTHA HERNÁNDEZ - 52791107

1 comentario:

  1. Aqui se puede destacar que la construcción de política y democracia aún se ven sometidas a intereses particulares, de poder, capitalistas.. económicos.. que no permiten un progreso y desarrollo de Colombia. A con tinuación los invito a ver este video que recrea la realidad de nuestra democracia..

    http://www.youtube.com/watch?v=PkgE64LkCI4&feature=related

    por
    Danny Rocio Salamanca
    código: 52800510

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